Cuando a Bob Dylan le preguntaron cuál fue el hecho más importante de los años 60, el cantautor no dudó: “La boda de Brigitte Bardot”, fue su respuesta. A partir del 29 de septiembre, en 900 metros cuadrados situados en Boulogne-Billancourt, en las afueras de París, se podrá recorrer a pie por primera vez la vida completa de Brigitte Bardot. Será en la exposición Brigitte Bardot, los años despreocupados, que se realizará en la sala MA30 del Espacio Landowski y en la cual se rendirá un homenaje al ícono francés que marcó los años 50 y 60.
La muestra contará con una sucesión de salas vinculadas con sus trabajos, su lucha por la causa animal y sus hombres. Todas ellas llevarán los títulos de las películas que protagonizó la actriz, al tiempo que su propia voz surgirá desde los parlantes susurrando fragmentos de sus entrevistas más connotadas. El recorrido por la biografía de Brigitte se centrará, fundamentalmente, en sus 17 mejores películas. Se verán extractos de esas producciones y trailers, lo que permitirá perfilar la ruta profesional de esta progresista que se sacó el sostén frente a las cámaras en su primera película y que se retiró del cine a los 39 años con más de sesenta cintas sobre la espalda.
“Es la historia de una mujer que revolucionó las costumbres de su tiempo y buscó sin cesar domar su época siguiendo siempre sus deseos y antojos”, afirmó Sylvain Roca, el escenógrafo de esta exposición que será obsesiva con los detalles. Coleccionistas fanáticos han donado hasta la última pequeñez que Brigitte rozó alguna vez. El proyecto parece tan meticuloso que el visitante podrá recorrer una reconstrucción exacta del elegante dormitorio de infancia de esta actriz.
Brigitte Bardot, nacida en 1934, tuvo una infancia acomodada en París. Su padre era un empresario industrial y su madre era una mujer adicta a la danza. Fue ella quien la ingresó en el Conservatorio Nacional de Danza. La fama, eso sí, no le llegó por el baile sino por medio de un escándalo: a los quince años se enamoró de Roger Vadim, un director de cine mayor de edad. Ese hombre, antes de hacerla protagonista de Y Dios creó a la mujer, el hito que la volvió una figura sensual en el planeta, la pidió en matrimonio y en ese lance casi muere asesinado. El padre de Brigitte, un burgués formal, lo esperó sentado en el living con la pierna cruzada y con una pistola sobre la mesa. Finalmente se casaron apenas cumplió los 18, en 1952. Y Brigitte Bardot, al poco tiempo, ya con tres películas protagonizadas en traje de baño, batió el primer récord monetario del cine francés: a principios de los sesenta cobraba un millón de francos por un solo film.
Desde entonces, su imagen se equiparó a los mitos de la sensualidad. La prensa no contuvo la admiración por esta rubia real y –como afirman los organizadores de la muestra– su cuerpo hablaba. Dicen que su cuerpo, en cualquier pose, entregaba un mensaje. Entre 1952 y 1973, el cuerpo de Brigitte Bardot habló en todas las portadas y protagonizó grandes campañas de publicidad. Este símbolo sexual ha sido fotografiado alrededor de sesenta mil veces. Y como todo mito también marcó una leyenda amorosa: a los 45 años la prensa francesa ya le contabilizaba 42 amantes. “Sé lo que es vivir sin amor”, dijo una vez apenada. Por eso, dentro de esta exposición, se destinará una sala completa para todas sus conquistas. “Ella siempre defendió su derecho para hacer el amor cuando quería, sin sentir la menor vergüenza por ello”, señaló el encargado de la muestra, Henry-Jean Servat, en el catálogo.
Cuando cumplió cincuenta años, luego de altibajos anímicos, reveló su filosofía de vida: “Lo difícil no es vivir sino sobrevivir”. A partir de esos días inició su conocida lucha por la defensa de los animales. A principios de los setenta ya acumulaba un burro, siete perros, sesenta gatos y tres cabras. Hoy la cifra se ha amplificado a niveles extraordinarios y lidera una fundación. Toda esa vida, en fin, se podrá recorrer caminando en la exposición que comienza un día después que cumpla los 75 años. Ya se puede vaticinar: a partir del 29 de septiembre y hasta el 31 de enero de 2010, en Francia volverá la “bardotlatría”. Roka Valbuena