'Las mamás en el cine' (Heraldo de Aragón, 02/05/2010)


En ‘Barrio’, Javi se queja de que su madre sea una obsesa de la limpieza y le destroce sus camisetas a puro de lavarlas. En el séptimo arte, sí que hay más que una… Muchos dicen, hombre, la madre de Almodóvar. Mamás caricatura y no al uso: en ‘Todo sobre mi madre’, la doliente Cecilia Roth cede el testigo a una monja Penélope Cruz que espera hijo de un transexual, ojo. Y hay más madres, aparte de la abuela de las entrevistas, vasos de agua y magdalenas.

Y es que el estereotipo no es tan claro como parece. Porque… ¿ande está la ternura en la madre de ‘Carrie’ de Brian de Palma, la abnegación madura de Mrs Robinson en ‘El graduado’, la fría seriedad de la ‘Mamma Roma’ de Pasolini, o la privacidad sumisa de ‘La madre’ de Pudovkin? En ningún lao, ea.

La madre ausente por excelencia es la de Hitchcock, que como el vampiro —así afirmaría el zaragozano José María Latorre— está más presente cuando se hace ausente. La mamá esquizo-momia de ‘Psicosis’, pero también la fantasma de las ropas tendidas en la cocina de ‘Vértigo’ o la responsable de la neurosis de ‘Marnie’ a lo Jodorowsky.

Miedo me da la madre malota en ‘The Manchurian Candidate’, casi más que Kathleen Turner en la cinta de John Waters. Infinito mejor cuerpo me ponen las Madres de la Plaza de Mayo de ‘La historia oficial’. Prefiero la mamá constelación de Woody Allen en ‘Historias de Nueva York’ con su ‘Edipo reprimido’, y me gusta la mamá de Superman, Susannah York, por mucho que el papá sea Marlon Brando, juas.

Las mamás trabajadoras del XXI son guerreras urbanas, laboriosas como ‘Erin Brockovich’, víctimas obreras como ‘Ladybird, Ladybird’, o heroínas solitarias como ‘Mujer madre trabajadora quiere…’ de Eva Pallarés, corto recién estrenado en You Tube, continuación de la reflexión de Icíar Bollaín en ‘Por tu bien’. Porque las mamás siguen siendo una asignatura pendiente en el cine, como decía Annette Kuhn para “hacer visible lo invisible” y así representar la madre, todavía ausente.