El bueno de John Hurt



Is the best! John Hurt apoyando en este video la labor de Amnesty International. John es un tipo estupendo. Siempre lo he admirado como actor, componiendo personajes románticamente outsiders, de manera clásica e inteligente. Tras conocerle y hablar de mi otro favorito, Peter Cushing, con el que trabajó —The Ghoul (1975) de Freddie Francis junto a la también grande Veronica Carlson—, el protagonista de El hombre elefante —de nuevo con Francis, esta vez en la fotografía— confirmó mis sospechas: es un sabio de la interpretación y de la life. Alex de la Iglesia —ahora con Hugh Laurie y Kiefer Sutherland en la adaptación del cómic de Edgar P. Jacobs The Yellow Mark—, confiesa que la mujer de John es una cocinera estupenda: ¿Será éste parte de su secreto?
Y John Hurt tan pronto trabaja a las órdenes de Spielberg, como se tira a la piscina con una segunda parte sobre Quentin Crisp, como ya me comentaba que perseguía hace justo un año. Su primera entrega, divertida y arriesgada, fue del 75: la adaptación de El funcionario desnudo, relato autobiográfico de la primera época de su vida, centrada en el Londres ultraconservador y ubicada en su apartamento en Beaufort Street en el que vivió 40 años. Crisp, bon vivant inglés, fue monologuista, modelo y escritor. Según John, la acción de este icono gay transcurre ahora en New York, una caña y un divertimento en la representación y denuncia creativa, siempre libre, de nuestro querido y admirado John Hurt. Por muchos años, amigo.