Magia para la realidad alterada (Crítica de ‘Doctor Extraño’ de Scott Derrickson)



Marvel Studios atraviesa un periodo de madurez. De hecho presenta su bonito nuevo logotipo con ‘Doctor Extraño’. Produce largometrajes lejanos de ser pilotos de series. Busca construir personajes solventes y memorables, fieles a los códigos del fantástico y sus subgéneros. Construye relatos cercanos a los argumentos universales, donde los efectos especiales están a su merced, y no al revés. Realiza coreografías en sus escenas de acción, cada vez más innovadoras, sin perder cierto estilo clásico en sus planificaciones.

Con estas preocupaciones el margen de error se acota, más aún si el protagonista elegido es un héroe maldito y complejo en su representación. El recién estrenado ‘Doctor Extraño’ posee ecos del cine de la Hammer, ‘El filo de la navaja’ (1946), ‘Viaje alucinante al fondo de la mente’ (1980), ‘Golpe en la pequeña China’ (1986) y ‘El doctor’ (1991), si bien ‘Matrix’ (1999) y ‘Origen’ (2010) son sus cintas más cercanas en estética y filosofía.

Del cómic al cine, medio siglo después

Su cómic original fue creado por Stan Lee y Steve Ditko en 1963 por los mismos autores de Spiderman, héroe con el que guarda ecos de cotidiano y misión. En el caso de Stephen Strange, la mezquindad es sustituida por arrogancia, con ecos al Tony Stark de Robert Downey Jr. construyendo la versión más moderna de un Hechicero Supremo para el Siglo XXI.

En el reparto mandan los británicos, a mayor gloria del suspense y clima del film. Benedict Cumberbatch —muy solvente, con nueva temporada de ‘Sherlock’ en la agenda, que compitió con Joaquin Phoenix para el papel—, Rachel McAdams —fiel al rol de Nancy Allen en la serie B—, Chiwetel Ejiofor, Mads Mikkelsen y Tilda Swinton, en correcto casting.

La cuidada partitura de Michael Giacchino sugiere y envuelve la historia como corresponde, así como la fotografía de Ben Davis, que conjuga a la perfección los pantones del traje y capa de Doctor Extraño, iluminando a la vez los complicados pasajes, pop y no tan pop, de un héroe preparado para spin-off y secuelas.

‘Doctor Extraño’ es una historia médicos y pacientes, de accidentes y superación, pero también es una contrarreloj de aventuras de un héroe mágico frente al apocalipsis. Wes Craven estuvo tras Extraño en los 90. Scott Derrickson, director sensible en temáticas ocultas, ha sabido dar vida al doctor, con especial brío y alma, donde lo narrativo manda por encima del espectáculo. Coger así las riendas del proyecto es signo de talento, un nuevo universo para Marvel de un héroe muy diferente. / © Carlos Gurpegui