“El ciudadano digital debe hacerse con el control de sus usos y producciones” (Entrevista a Carmen Marta-Lazo)

 
www.diariodeteruel.es “Cada vez más los contenidos son menos masivos y más segmentados y personalizados”, asegura la educomunicadora turolense Carmen Marta-Lazo, que acaba de participar en la organización del III Congreso Internacional de Educación Mediática y Competencia Digital que se ha celebrado en Segovia. Coordinadora del Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital de la Universidad de Zaragoza, Marta destaca la importancia de la comunicación en el desarrollo humano.

—Más de cuatrocientos educomunicadores de todo el Estado han celebrado en Segovia el III Congreso Edumed. ¿Cuál es su primer balance? 
—Un balance muy positivo. No es fácil concentrar a tantos investigadores centrados en un ámbito tan concreto, provenientes de diferentes países de Europa y América. Hemos tenido muchas líneas de trabajo específicas de los temas que hoy en día más preocupan, entre ellos la comunicación para la salud, la igualdad de género, la brecha digital y otros tantos que son socialmente muy importantes. Y hemos llegado a interesantes conclusiones que esperamos poder compartir en diferentes trabajos, mediante artículos y difusión, para que sirvan también a los ciudadanos. 

—Entre tantos dispositivos móviles e hiperconectividad… ¿Internet o la televisión? ¿Qué nos modela y socializa más hoy día? 
—Depende mucho de las generaciones. Para los más jóvenes Internet es el medio con el que pasan más horas a lo largo del día, forma parte ya de sus vidas, incluso, se habla del concepto de ‘segunda piel’ porque lo tienen incorporado como agente importante de socialización. La televisión sigue siendo el gran medio para los más mayores, aunque también existe una tendencia cada vez mayor a compartir el tiempo con Internet. No obstante, ambas pantallas son convergentes, cada vez más se ven contenidos televisivos que se descargan de Internet y viceversa, Internet se consume por televisión. Lo que sí es cierto es que cada vez más los contenidos son menos masivos y más segmentados, fragmentados y personalizados.

—En el Congreso coordinaron el eje dedicado a la educomunicación para la salud, ¿una de las nuevas tendencias en metodologías y aprendizajes?
—Es fundamental que la comunicación contribuya a educar para la salud, pero no solo entendida como ausencia de enfermedad, sino más bien como promoción del bienestar, de contribuir al autoconocimiento individual y a la contribución de la mejora social, a todos los niveles. En este sentido, me gustaría destacar algunas experiencias que siempre abordamos en diferentes congresos y foros científicos que son ejemplares y que tienen lugar en nuestra tierra, como los programas Pantallas Sanas o Cine y Salud del Gobierno de Aragón, que contribuyen a una formación de los agentes escolares, niños, maestros y personal sociosanitario en beneficio de esa contribución global a la salud. 

—¿Cómo ayuda la comunicación a procesos de vulnerabilidad de personas y comunidades? 
—La comunicación, la dialéctica, el diálogo contribuyen mucho al buen entendimiento de las personas y a su fortalecimiento. Hoy en día hablamos del ‘empoderamiento ciudadano’, que debe ser entendido como saber utilizar la información de una manera crítica, también sabiendo respetar a los que opinan de forma diferente, teniendo en cuenta la ética y los valores sociales a la hora de producir mensajes. Por otro lado, la comunicación a gran escala, a través de grandes medios, como puedan ser las redes sociales,  sirve también para dar a conocer situaciones y realidades de los que, por otras vías, no tienen voz y, de esa forma, pueden acceder a compartir sus necesidades o a denunciar, incluso, determinadas circunstancias. 

—El Congreso también acogió importantes iniciativas de radios universitarias, importante semillero de participación y ciudadanía. El año pasado Vd. coordinó en Teruel un curso sobre ellas. 
—Sí, dirigí un curso sobre radio digital en la Universidad de Radio de Teruel, que esperamos volver a organizar en próximas ediciones porque tuvo muy buena acogida. La radio es un medio que yo, como aragonesa, como turolense, califico como ‘mágico’ y ‘majico’. Por una parte, porque es un medio que inspira, donde podemos llegar a cualquier lugar a través de nuestra imaginación e inventarnos escenarios y contextos y, por otro lado, porque es un medio próximo que permite acercar a la gente la información de su realidad más inmediata y que le influye especialmente en su día a día. La radio de proximidad es la que más interesa porque el oyente puede escuchar en ella su propia realidad y participar también de forma activa. 

—Llevamos más de cinco años hablando de ‘millennials’, esa generación que tuvo su mayoría de edad con el nuevo milenio. Fundación Telefónica acaba de dedicarle un monográfico. ¿Qué destacaría como voz propia de todos ellos? ¿Son tan emprendedores como los pintan? 
—Lo cierto es que es una generación que han nacido con las nuevas tecnologías y se han preparado especialmente. Muchos de ellos por la oportunidad de los programas Erasmus han podido viajar, aprender idiomas de forma más fluida que las generaciones anteriores. Algunos se han quedado a trabajar en empresas internacionales en otros países, ya no se circunscriben solo a las oportunidades laborales de su entorno más próximo, sino que están más abiertos a la búsqueda en cualquier lugar para crecer y ascender. Esto hace que tengan más capacidad de adaptación a nuevas realidades, de cambios de hábitat y de trabajo. También el emprendimiento viene dado porque se les prepara en competencias, con métodos mucho más activos de aprendizaje, para tratar de resolver problemas o conseguir desarrollar proyectos. 

—Los estudiosos de la competencia digital a veces se olvidan en analizar las fuentes de información y sus contextos de uso. ¿Existe todavía mucho mito que desmontar en los roles de los usuarios de las tecnologías? 
—Tienes toda la razón, efectivamente, cuando se habla de competencia digital, en muchas ocasiones, se centran en la mera tecnología, sin olvidar otros aspectos como la manera de producir los mensajes, los contextos, los destinatarios, los lenguajes, la estética y otros aspectos. Es importante comprender que dicha competencia conlleva todos estos aspectos, no solo se trata de saber manejar unos programas o ser hábil para adentrarse en Internet y tener cuentas en redes sociales, el ciudadano digital para ser competente, de manera integral, debe conocer qué significa tener una identidad digital, lo que supone dejar una huella, en definitiva, hacerse con el control de sus usos y producciones, como emisor también de mensajes, de ahí el cambio de roles, que comentabas. 

—Por otro lado, el Grupo de Investigación en Comunicación e Información Digital (GICID) de la Universidad de Zaragoza que Vd. coordina ya tiene previsto para noviembre la celebración de un nuevo congreso con veinticinco Simposios temáticos relacionados con los antecedentes, la evolución, el estado actual y prospectiva de la Sociedad Digital. 
—Sí, estamos organizando un Congreso internacional donde abordaremos los temas que más preocupan en la sociedad actual desde el prisma de la calidad informativa. Entre otros contenidos, además de educación mediática, hablaremos de inteligencia organizacional, de aprendizaje lúdico, de innovación, de brecha digital, de accesibilidad, de opinión pública y comunicación política, de cambio climático, de comercio electrónico, de estándares de calidad en los medios digitales, de nuevas narrativas y de revistas científicas. El congreso se celebrará del 8 al 10 de noviembre en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza y ya estamos empezando a recibir contribuciones de diferentes países.  

© Carlos Gurpegui