Lo mejor de STAR WARS: LOS ÚLTIMOS JEDI son sus momentos Dune y sus homenajes paranoides a lo Lynch. Aparte, ya en su momento Frank Herbert contabilizó 37 coincidencias de su obra con Star Wars. En Los últimos Jedi, Laura Dern refuerza ese toque Lynch, Benicio del Toro lo adereza, pero sobre todo Adam Driver lo mantiene bajo la bandera de su angustia, especialmente en ese gran espacio rojo y moral del Salón del Trono de Snoke, con ecos a Francis Bacon y Twin Peaks. Hasta aparece Justin Theroux en la peli. De esta entrega me gusta su comienzo y su final, intensos y espectaculares, y el repetido montaje de fundidos de primeros planos que muestra con eficacia el diálogo a través de la Fuerza. Entre medio, naves y más naves, duelos medievales, varios momentos del Luke anacoreta en su choza con vistas al acantilado, un punto agua de Vichy junto a la Princesa Leia, y la aparición de los Porg, cuasi peluches Ty, una nueva criatura surrealista para el jardín de El Bosco.
Lo mejor de STAR WARS: LOS ÚLTIMOS JEDI son sus momentos Dune y sus homenajes paranoides a lo Lynch. Aparte, ya en su momento Frank Herbert contabilizó 37 coincidencias de su obra con Star Wars. En Los últimos Jedi, Laura Dern refuerza ese toque Lynch, Benicio del Toro lo adereza, pero sobre todo Adam Driver lo mantiene bajo la bandera de su angustia, especialmente en ese gran espacio rojo y moral del Salón del Trono de Snoke, con ecos a Francis Bacon y Twin Peaks. Hasta aparece Justin Theroux en la peli. De esta entrega me gusta su comienzo y su final, intensos y espectaculares, y el repetido montaje de fundidos de primeros planos que muestra con eficacia el diálogo a través de la Fuerza. Entre medio, naves y más naves, duelos medievales, varios momentos del Luke anacoreta en su choza con vistas al acantilado, un punto agua de Vichy junto a la Princesa Leia, y la aparición de los Porg, cuasi peluches Ty, una nueva criatura surrealista para el jardín de El Bosco.