Desde siempre y especialmente con una mujer de protagonista, a Roman Polanski siempre le han encantado los límites físicos de las habitaciones para reflexionar sobre la cautividad de mente y deseos. Pero esta vez la cosa no va de cine ni de grandes discursos. Digamos que se trata de una cuestión de estilo y... de deseo.
Bajo el espíritu de Duchamp y jugando con las mismas claves de las grandes campañas de publicidad, Francesco Vezzoli quiere hacernos reflexionar sobre este deseo. Para ello crea un producto que define el momento actual, un perfume, por ejemplo, y se lo encarga a Roman Polanski, que recreará la pelea de dos mujeres por una colonia que, en realidad, no existe. Un falso anuncio, un objeto expuesto en una galería. Avaricia, Greed, —pinchando se puede ver— se llama el particular perfume. Y el segundo reclamo de toda esta representación son Natalie Portman y Michelle Williams peleando cual gatas por el dichoso frasco. El tema, dar que hablar.
Más cómico que dramático, en el spot Michelle se parece a Lluvia Rojo y Natalie tiene la frente cada vez más grande. Las fotos adjuntas del making of no tienen desperdicio: me encanta la puesta en escena postural del director de Repulsión, bárbaro verlo por los suelos, todo un poema (!), y esa instantánea final tan de Polanski como de Hitchcock, mandado siempre el frasco en disputa, como tercer protagonista. El perfume no existe, es una ilusión, como el cine... pero la avaricia, me temo que sí.