Entrevista a Félix Viscarret


Rescato esta entrevista que hice a mi querido Félix Viscarret, que conocí hace ya años en Tarazona, primer certamen que ganó con Canciones de invierno. Tiene todo para ser un grande, sobre todo, corazón. Un hombre con (y de) talento.

“Lo importante es descubrir qué son las cosas que más nos conmueven”

Félix Viscarret es uno de los directores más reconocidos en el panorama del cortometraje español. Tras estudiar dirección de cine en la Universidad William Paterson de New Jersey dirige el corto Dreamers que obtiene diversos galardones entre los que destacan la Mención Especial del Jurado Panorama en el Festival Internacional de Cine de Berlín (1999); Ganador del Festival Nacional de Cine de Hunter College de Nueva York (1998) y el Primer Premio al Mejor Cortometraje, y Premio al Mejor Guión en el Festival Nacional de Cine de Alcalá (1999). Con su cortometraje Canciones de invierno (2004) también ha obtenido reconocimiento en numerosos festivales nacionales e internacionales. Los cortometrajes Los que sueñan despiertos y El Álbum Blanco han sido premiados en diversos festivales como el de Málaga y Alcalá de Henares, entre otros. Bajo las estrellas es el primer largometraje dirigido por Félix Viscarret. Se trata de una adaptación de la novela El trompetista del Utopía de Fernando Aramburu, que le ha valido el último Goya al Mejor Guión Adaptado. La película, producida por Fernando Trueba, está protagonizada por Alberto San Juan y Emma Suárez. Viscarret vino a Zaragoza para compartir su forma de hacer cine con el profesorado participante en el Festival de Cortometrajes y Spots Cine y Salud.

—¿Qué es Bajo las estrellas? ¿Cuál es su mensaje?
—Que todos nosotros, hasta los más desastrosos, tenemos una oportunidad en la vida de echar una mano a los que queremos, o al menos una oportunidad de intentarlo.
—Tus películas se podrían incluir en el género de comedia, como una forma de ver la vida, ¿estarías de acuerdo?
—Me gusta ver la vida con humor. Hasta los momentos más tristes pueden tener un contrapunto cómico. Creo que el humor nos permite superar nuestros traumas más profundos. Si te ríes de un problema, ya estás muy cerca de superarlo.
—Son tramas, personajes, que al final adquieren un tono, un canto positivo.
—Me gusta pensar que la vida merece la pena, o al menos merece la pena luchar por ella. Y ojalá algo de eso se vea en Bajo las estrellas, o en los cortometrajes que rodé antes. Ojalá se desprenda algo de esperanza de todos ellos.
—¿Cómo te planteas la creación de universos en tus historias?
—Antes de empezar el rodaje me gusta definir el tono y el mundo que rodea a la historia. Me gusta que todo tenga un mismo sentido, todo debe ser coherente: desde la fotografía o las localizaciones, hasta el último detalle de vestuario o de música. Que alguien que empiece a ver la película se sumerja en ese “mundo”, por muy pequeño que sea.
—¿Qué presencia tiene lo romántico en tu cine?
—En Bajo las estrellas mostramos cómo por amor una persona puede esforzarse por cambiar, o puede querer ayudar a los suyos por primera vez. El amor nos hace ser un poquito mejores personas. ¿Hay algo más grande que eso?


—Has venido a Zaragoza para animar la realización de cortometrajes con profesorado de ESO. ¿Cómo ha sido la experiencia?
—Magnífica. Me encanta contagiar algo de pasión por el cine, del placer de contar historias, de usar el audiovisual como forma de expresarnos, concienciarnos, divertirnos… No sé si mi mensaje habrá calado o no. Lo que sí sé es que he disfrutado mucho.
—¿Qué es lo que más insistes a la hora de hacer un corto con adolescentes?
—Me gusta animar a que cada uno encuentre su tono personal de contar historias. Creo que todos tenemos uno: algunos son más graciosos, otros más emocionantes… Lo importante es descubrir qué son las cosas que más nos conmueven y aprender a contar historias de acuerdo con eso. Yo espero no dejar de aprenderlo nunca.
—Un deseo para quienes trabajan con el audiovisual.
—Vivirlo con pasión. Si lo que uno quiere es orden, tranquilidad, regularidad, hay miles de trabajos donde fichas unas determinadas horas y no te llevas preocupaciones a casa. Pero el audiovisual es diferente. Lo bonito es cuando invade toda tu vida, te anima, te apasiona.