Gorka Otxoa, Actor Revelación 2009


El Festival de Cine de Comedia de Tarazona y el Moncayo ha galardonado en la gala inaugural al actor Gorka Otxoa con el Premio Actor Revelación 2009. El director de Pagafantas, Borja Cobeaga, en compañía de la actriz Bárbara Santa-Cruz, fue el encargado de entregar el premio, una réplica de las míticas gafas de Paco Martínez Soria al protagonista de su primera película. Éste fue el primer acto de ocho días en los que se proyectarán 7 largos y 48 cortos.

Gorka Otxoa es mi Cary Grant vasco. Revive los registros de Arsénico por compasión o La fiera de mi niña con tanta maestría como estilo, pues nunca renuncia a mostrar su propio sello donostiarra, en especial cuando le toca hacer de antihéroe galán. Parte del secreto de su éxito (y de su talento) es la sabia combinación de frescura y oficio. Pagafantas (2009), Un poco de chocolate (2008), Limoncello (2007), Etxera (2004), Noviembre (2003), El Palo (2001), La crisis carnívora (2006) en cine y Saturday Night Live, Cuestión de sexo —el patoso alumno de autoescuela—, Tirando a dar, Los Serrano, Vaya Semanita —Óscar Terol se fijó en él para el programa de humor de la ETB—, entre otras muchas, junto a las ya clásicas Cuéntame como pasó, Hospital Central o El Comisario, hacen a Gorka Otxoa merecedor del Premio Actor Revelación 2009.
En Pagafantas, su composición más importante, es el gran alter ego de Borja Cobeaga, para esta nueva y gran ópera prima, con multitud de guiños al género de enredo matrimonial en Hollywood, pero también a La ardilla roja, Familia o Más pena que Gloria, para una ‘comedia social de terror’ —como dice Cobe— donde Gorka Otxoa se presenta como representante indiscutible de una generación de actores que sabe cuestionar rutinas, conquistarnos y, lo más difícil, hacernos reír de una forma nueva. Los maños, incluido Bunbury, te lo agradecemos.