'Qué divertido' (es criar) de Natalia Mateo, doble premio en Alcine 2010


“Martín, Martín, yo, ¡yo me voy!” Desde que comenzara a rular Qué divertido, cortometraje de Natalia Mateo, todo han sido felicitaciones. Ahora acaba de ganar en Alcine 2010 los Premios del Público y de Canal Plus. Sobrino de Amanece que no es poco, Ayna es protagonista, uno de los entornos donde hace veinte años José Luis Cuerda rodara su film. Pero lo mejor de Qué divertido es su opción y estilo por lo clásico, por la historia y sus personajes.

Bella pieza de aventuras, y aun tratándose de otros géneros, el corto siempre me recuerda a Andréi Tarkovski y a John Ford, tanto por su limpieza icónica como por las relaciones entre sus protagonistas en un espacio frontera. La verdadera comedia vive de lo accidental, no de los gags, como textualmente demuestra la caída a mitad de metraje. Y también de la sinceridad. Qué pocas piezas se presentan tan amables. La apuesta de Natalia Mateo por el tono, por la sobriedad y la tranquilidad que el paraje inspira —amansa a los bravos— realza los momentos de autenticidad. Y ese árbol omnipresente, baobab a lo Principito, como Martín, un excelente Teo Planell.

Los momentos que un Luis Bermejo sin fisuras afirma “Qué divertido” —en el refugio del árbol y en el paraíso de la gloria, yacente ya en el campo—, enriquecen la propuesta del cortometraje: siempre sin perder la compostura y la actitud, antes y después del accidente, en palabras de la excelente Mateo, “un comportamiento irresponsable pero emocionalmente impecable”. Qué divertido es criar. Porque los padres (y madres) son como los grandes árboles y los hijos (e hijas), nos tomarán el relevo en y por las ramas.