Poema-concierto ‘Desaparecer’ de Calixto Bieito: el humo gótico de Echanove y Makovski


Integrador de vanguardias artísticas, Calixto Bieito es un magnífico alquimista, un visionario moderno fiel a los clásicos. Bajo su dramaturgia, textos e ideas mil veces exclamadas suenan como con voz primera. Ya en ‘Plataforma’ tuvo la suerte de contar con un entregado Juan Echanove para hacer maestría y bajada a los infiernos. Con ‘Desaparecer’ recién estrenada en el Teatro Romea de Barcelona vuelve la (necesaria) apuesta del espacio moral, físico, coherente, misterioso y magno. Regresa aprovechando la lúcida traducción de Cortázar, recitada bilingüe, con el terror de las piezas de Poe para profundizar en la perversidad de quienes no saben transformar el amor ante la belleza.

Y la inteligente puesta en escena es un capricho para la contemplación. El humo como cuarta pared, como alma y ceniza a la vez. Qué grandes las posturas plásticas de los actores en los recitados, sus movimientos lentos, su entrega íntima a los personajes. Actúan, representan, reviven otra mezcla perfecta, dos (macro)talentos complementarios: Juan Echanove inconmensurable, astuto pero encadenado y tremendamente mortal, el gran Sir de nuestra escena, y junto a él Maika Makovski, la voz también en tablas, fuerte y serena, grande, piano, terciopelo y vidriera para una réplica perfecta. Ambos tejen la atmósfera romántica, gótica, aventurera, terrible y luminosa de ‘Desaparecer’, la química que Bieito necesitaba para sorpresa de nuestra mirada. Un orgullo. / Carlos Gurpegui