www.diariodeteruel.es Tras sus triunfos en Cannes, Goya y Gaudí, ‘Timecode’ puede convertirse hoy en el primer cortometraje español en ganar un Oscar. El amor por el cine, por la danza, el compás, los pasos y los gestos. Luna y Diego, o la belleza de los mensajes secretos. Timecode 15:53:00 y así las sucesivas cámaras. La mirada, el voyerismo y nuestra sociedad de pantallas al servicio de la estética y ética del cuerpo, la arquitectura y los rincones, la coreografía sublime de la intimidad y los sentimientos. O el arte como símbolo de otro mundo posible. Al ritmo de la preciosa banda sonora del zaragozano Iván Céster, junto a la impecable ayuda en la dirección de la también aragonesa Laura Calavia. Juanjo Giménez nos contesta tras despachar con Sundance, y a pocas horas de su cita con la gran gala. Millones de suertes.
—¿Cómo está viviendo el ambiente previo a los Oscars? ¿Le queda algún momento para acordarse de Obón en una ciudad tan descomunal como Los Ángeles?
—Sé que hay mucha gente en Obón siguiendo los Oscars este año. Son muy cinéfilos allí. Estos días no he tenido mucho tiempo para mí, cada jornada está repleta de actos y presentaciones, y a medida que se acerca la gala, aún más.
—Es inevitable acordarse de Luis Buñuel, él turolense y usted turolense también, hijo de la emigración de la provincia. Él ganó el Oscar después de haber conseguido también La Palma de Oro, y en agosto estuvo en Calanda en el festival. ¿Entiendo que es mucha comparación, pero le da más ánimo y esperanza poder llevarse la estatuilla después de saber que ha ocurrido ya con anterioridad? ¿Oiremos también el nombre de Obón en los Oscar, si se tercia, al igual que lo oímos en los Goya?
—Ante todo recordar que hay otros cuatro cortos que pueden llevarse el Oscar en nuestra categoría. Los vimos en la proyección oficial de la Academia, y son todos grandes películas. Yo tengo mis favoritas, y sería muy merecido si ganara cualquiera de ellas. De todos modos, es hay más posibilidades de que se oiga el nombre de Obón si gano yo que si gana el corto húngaro, cuyo director lo desconoce absolutamente todo sobre el Bajo Aragón.
Luna y Diego en el evento de Cinefamily. © Gema Galiana |
—Está visto que la historia y propuesta de 'Timecode' no tiene fronteras. ¿Cómo va siendo la respuesta, el feedback en los pases USA de promoción del corto realizados durante este mes?
—Las proyecciones han ido muy bien. Aunque cada pase es diferente, la reacción nunca es la misma. Tuvimos un evento en Washington y allí el público fue bastante frío, no solo con nuestro corto sino con todos. En cambio en los pases de Los Ángeles la audiencia ha sido más extrovertida. Nuestro corto es el que dura menos y el único que tiene toques de comedia. El resto superan casi todos los 30 minutos y son en su mayoría dramas.
—Este verano pasado mostró su película en su pueblo. ¿Ha sido el público más exigente por la confianza y la cercanía o lo son más los académicos? ¿En qué detalles se han parado a destacar los unos y los otros?
—Aunque el público más cercano suele ser siempre el más exigente, en Obón la gente lo recibió con cariño. Con los académicos no he tenido mucho contacto, sé que son más de 6.000, pero no se manifiestan demasiado, o nada en absoluto. Intento mantenerme al margen de reacciones y predicciones, y no preocuparme demasiado por lo que se comenta del corto.
Luna y Diego o el amor por la danza. © Gema Galiana |
—El cortometraje es ideal para las plataformas digitales. De todos modos, tanto ‘Timecode’ como el resto de cortos están pensados para verse en sala, con la pantalla más grande posible y el mejor sonido. Aquí en los USA hay más de 700 salas donde se proyectan los cortos nominados de las tres categorías, animación, documental y live action. Me cuesta imaginar que algo así pueda tener paralelo en España con los cortos nominados a los Goya, por ejemplo. Pero estoy convencido que si se hiciera bien, funcionaría.
—Como sabe, nosotros estamos en plena celebración con los 800 Años de Los Amantes. ¿Es 'Timecode' un particular love-story? ¿Está Vd. de acuerdo?
—Tanto Pere Altimira como yo pensamos que por encima de la historia de amor de los protagonistas está el simple amor por la danza. Pero yo ya no soy la persona más adecuada para definir lo que la gente debe pensar tras ver ‘Timecode’.
—¿Le veremos rodar alguno de sus próximos proyectos en la provincia de Teruel?
—Ya he rodado unas cuantas películas allí. Todo puede pasar. De momento la promoción del corto es un trabajo a tiempo completo estos días. Ya llegará el momento de centrarse en lo siguiente. / © Carlos Gurpegui/Fco. Javier Millán